Página:La sombra - Celín - Tropiquillos - Theros (1909).djvu/193

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
187
Celín

—¿Pues dónde?

En ninguna parte del mundo.

¡Ah! Eres huérfano. No tienes á nadie.

Ya me explico que estés tan mal de ropa. ¿Y hermanos no tienes tampoco?

CELIN 187 Tampoco. Soy solo.

— ¡Solo! (la señorita sintió que su resolución la apretase tanto, pues de lo contrario recomendaría Celín á su papá para que le protegiese). Tú eres un salvaje, pero eres listo y... simpático. Si yo pudiera volverme atrás, te protegería; pero no puedo, no hay que hablar de eso... Paréceme que hemos llegado á un sitio muy á propósito. Subamos á esta peña que está sobre el río. ¡Virgen del Carmen, qué hondo es aquí, qué hondo!

— Muy hondo, sí — afirmó el muchacho, inclinando el cuerpo sobre la corriente.

Bueno, pues queda elegido definitivamente este sitio dijo la inconsalable quitándose el manto — Celín, debo ser explícita contigo. He salido de mi casa con la inquebrantable resolución de matarme, porque he tenido un disgusto, pero un disgusto muy gordo. No vayas á creerte que es cualquier niñería. De modo que ahora tú te p nes allí, apartadito, y dices: «Una, dos, tres», y al decir tres y dar la palmada, yo me tiro, y adiós miserable vida humana. Pero cuidado