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Adivinanzas corrientes en Chile/Introducción/

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ADIVINANZAS
CORRIENTES EN CHILE[1]
(Recojidas por Eliodoro Flores)

I
INTRODUCCION

La presente coleccion de adivinanzas, que llamo chilenas por ser corrientes o conocidas en nuestro pais, es solo una pequeña contribucion que sobre este tema aporto al folklore nacional, porque el campo de la adivinanza es mui vasto i el esfuerzo de un solo coleccionador —por mui dilijente que sea— es insignificante al lado del inmenso material esparcido en un territorio tan estenso de Norte a Sur como el nuestro.

Tan corriente i popular es este jénero de composicion literaria i tan del gusto de todos que creo que no habrá chico ni grande que no sepa a lo ménos una media docena. ¿Quién no sabrá, por ejemplo, éstas?

Una vieja larga i seca
que le corre la manteca.—La vela de sebo.

Una vieja con un diente
que llama a toda su jente.—La campana.

Una fuente de avellanas
que de dia se recojen
i en la noche se esparraman. —Las estrellas.

Recuerdo que cuando era muchacho nos reuniamos en nuestro pueblo natal de Constitucion todos los de nuestra edad, en las noches invernales o de luna «a contar cuentos» i a «echar adivinanzas». Eran nuestros temas favoritos e inagotables, sobre todo el último. Las relaciones maravillosas sobre encantamientos i brujas o las graciosas aventuras del «soldadillo» nos embobaban i las escuchábamos con particular silencio; pero cuando se llegaba al terreno de las adivinanzas, entónces la reunion era inquieta, porque aquello era un verdadero torneo i el que no daba con la solucion a la tercera vez era «metido». «Meter» a alguien era un poco serio, porque se le decia: «Metido sea, metido sea por el hocico de un perro! por el potito de una vieja!» etc., etc. i en seguida era «sacado» por bocas i anos de animales o de jente vieja i fea. Calmados un tanto los nervios i avivados nuevamente los recuerdos, cada uno pensaba i ponia la que creia mas difícil i enigmática. Empezábase nuevamente a razonar i a recitar mentalmente i entre dientes los versos, que a fuerza de tanto repetirlos, se grababan con indeleble tinta en la memoria; i seguian «metiendo» a otros, hasta que alguno «corrido» o «acholado» i queriendo escapar, reclamaba de la hora. Entónces nos acordábamos de nuestras casas i del «chicote» i arrancábamos a escape: ¡las horas habian volado sin sentirlas!

Recuerdo tambien que a veces nos reuníamos niños i niñas, i aquí la cosa era mas seria i mas divertida. El que sabia mas adivinanzas, se sentia orgulloso, porque en vez de «meter» a alguno, se daban «penitencias». El condenado tenia, por ejemplo, que cantar una cancion, o cantar como gallo, o rebuznar, o andar en cuatro pies, u orinar como perro, etc., etc. Todos, chicos o grandes (porque estos torneos se hacian jeneralmente delante de los papás), casi se reventaban de la risa cuando le tocaba a uno cantar una cancion, por ejemplo, i era sabido por la concurrencia que el penado era reconocidísimo por su pésima voz.... La espectacion subia a veces de punto cuando le tocaba «pena» a una niña i era condenada, por ejemplo, a decir: ¡Yo quiero a Fulano! o a abrazar a Sutano, que (¡bien lo sabíamos nosotros!) era el dueño de sus pensamientos.

En las reuniones de adultos en los campos i en los «velorios de anjelitos» se dicen tambien adivinanzas i el auditorio rie bastante, porque los versos son mui concisos, mui gráficos i sobre todo a menudo picarescos.

II

Todo este material lo he recojido durante varios años en mi pueblo natal de Constitucion i campos vecinos (orillas del Maule), en Talca i alrededores, en San Fernando i ramal de Alcones, i mui principalmente en Santiago. Ultimamente recibí tambien una coleccion de La Serena. De tal manera que el material corresponde a la zona comprendida entre los rios Maule a Maipo i Maipo a Copiapó. Naturalmente que muchas serán comunes en el resto del pais i tal vez en los paises limítrofes o en toda la América española i lusitana; pero aquí tocamos la cuestion de siempre: la falta casi absoluta de los estudios de folklore americano, i consiguientemente la escasez de bibliotecas sobre temas tan interesantes i tan nuevos para la ciencia contemporánea[2].

Colaboradores consecuentes i abnegados en esta tarea han sido numerosos amigos que sienten inclinacion i amor a lo nacional i a los tesoros que encierra la literatura popular [3] en todos los departamentos del saber humano. A todos les doi mis agradecimientos, i especialmente a mis compañeros de folklore, señores Ramon A. Laval i Ricardo E. Latcham, que me han entregado valiosos materiales que he utilizado para el presente trabajo.

Cada papeleta recojida representa fielmente la trascripcion de lo oido, tanto en la forma como en la solucion, sin alterar ni quitar nada.

III

Desde que empecé a coleccionar estas adivinanzas, me asaltaba la idea de si serian o no nacionales, porque la forma era mui sencilla, muchas de ellas se referian en sus soluciones a cosas del suelo chileno i casi todas estaban en dísticos o en octasílabos, características de lo popular.

A fin de salir de dudas, busqué colecciones para comparar; pero desgraciadamente no las hai. No existen en ninguna biblioteca pública o particular que yo sepa ninguna de las colecciones de Simrock, de Alemania, Pitrè, de Italia, ni de Eujenio Rolland, de Francia. Especialmente esta última me habria sido de grandísima utilidad porque trae (segun las referencias que tengo de esta obra) al lado de cada adivinanza francesa la correspondiente en ingles, italiano, aleman, antiguo alsaciano, neerlandes, frison, navarro, etc. Coleccion americana creo que no existe en ningun pais; solo puedo asegurar que para dentro de poco el doctor don Roberto Lehmann-Nitsche, residente en la Arjentina, va a entregar al mundo científico una coleccion mui abundante de adivinanzas recojidas en una provincia entera de la vecina república.

Por fortuna, el doctor Lenz tenia en su biblioteca la coleccion española del célebre folklorista peninsular don Antonio Machado i Alvarez, i entre los varios volúmenes encontré uno que contiene unos 2,000 enigmas i adivinanzas de Castilla, Galicia, Cataluña, Mallorca, Valencia, Provincias Vascongadas, Asturias i Ribagorza. Esta coleccion, que publicó el señor Machado ocultando su nombre con el seudónimo de Demófilo, me ha sido de grande utilidad, pues en ella su dilijente coleccionador ha comparado i revisado su material con el de todas las obras publicadas hasta hoi en la Península, obras que el señor Machado conoce mui a fondo.

Grande ha sido mi sorpresa cuando, al comparar mis adivinanzas con las de la coleccion citada, no he encontrado sino un reducido tanto ciento que coinciden exactamente. Una parte, casi el 60%, no está en la coleccion Machado ni en la de Francisco Rodríguez Marin que he tenido oportunidad de conocer despues [4]. ¿Son chilenas o americanas? He aquí un problema sobre el cual nos corresponde callar por el momento, pues no conocemos publicacion de ningun pais americano. Cuando la semilla arrojada desde nuestro pais con la fundacion de nuestra Sociedad de Folklore Chileno jermine en otras naciones hispano-americanas, entónces habremos adelantado algo en las conclusiones sobre el presente trabajo.

Sin embargo, estudiando las que tenemos a la vista, vemos que hai muchas que parecen ser esclusivamente americanas porque se refieren a plantas orijinarias de América, como las siguientes:

Pampa verde,
flor morá,
debajito
está la bolá.—La papa.

Pica i no saca sangre.—El ají.

Una planta larga i delgá
que da fruto en la mitá.—El maiz.

Distinguir, por el momento, entre lo español e hispanoamericano, i entre lo pan-americano i lo chileno es mui difícil. El coleccionador suele a veces caer en la trampa, como me ocurrió hace años. Paseaba un dia de las fiestas patrias por el Parque Cousiño con el objeto de apuntar algo del lenguaje popular i de las diversiones con que nuestro roto se regocija en ese lugar «en los dias del dieciocho». Habia andado ya bastante i no habia anotado mas que la espresion «prenderle el gancho» (sinónimo de esta otra: «tirarle al indio») que lanzó una mujer en el momento de róbarsele unas marraquetas de un canasto, cuando me topé con unos caballeros de levita. Uno de ellos sacó un pañuelo de seda i se limpió las narices. Unos «rotos» que miraban picarescamente a estos señores, se quedaron sonriendo i luego uno esclamó:

¡Lo que el pobre bota
el rico lo recoje!

}

El amigo con quien yo andaba me llamó en el acto la atencion i me dijo que esa era una adivinanza mui popular i orijinal de nuestro roto, i que él la habia oído en diversas partes de nuestro pais. En otras escursiones la oí tambien varias veces, i poco a poco me fuí afirmando en la creencia de que era chilena i esclusivamente de nuestro roto; pero un buen dia, revisando la coleccion Machado en su parte dialectal, me encuentro con la sorpresa de que es conocidísima en todas las rejiones periféricas de España. [5] Mis esperanzas de hacer coleccion de adivinanzas orijinales del roto chileno se me desvanecieron desde esa vez; pero me queda la leccion...

Ya que no puedo afirmar que hai adivinanzas orijinales en nuestro pueblo —que sí las habrá— puedo en cambio demostrar que hai algunas literarias. Una de ellas se refiere nada ménos que a un ex-Presidente de la República. Dice así:

«Ninguna tienen los bueyes
i los toros tienen dos;
ninguna tienen los papas
i una el Presidente Montt».—Letra O.

I esta otra, que recojí en Constitucion i en San Fernando:

Te prometo, bella Elena,[6]
regalarte un par de tortas,
si me dices cuál conviene
qué pedroño[7] es el que tiene
una larga entre dos cortas.

La solucion comprende el nombre de un distinguido hombre público, cuyas iniciales son V. B. V. (Ventura Blanco Viel).

Conversando un dia sobre este tema con varios colegas, recibí la agradable sorpresa de que mi amigo i colega don Ismael Parraguez me hiciera la siguiente historia sobre esta misma adivinanza, no escrita en quintilla sino en un cuarteto.

En 1894, «Los Lúnes» de «El Ferrocarril» insertaban la siguiente adivinanza para que el público diera la solucion:

«Aunque la cosa no importa,
averiguarlo conviene:
¿que pechoño es el que tiene
una larga entre dos cortas?

La mejor solucion fué la firmada con el seudónimo «Paco» que correspondia al señor Ismael Parraguez Paredes, padre de mi amigo, i que decia:

«Aunque a mí no me importa,
averiguarlo conviene:
Blanco Viel es el que tiene
una larga entre dos cortas.»

I efectivamente, el nombre citado tiene una B entre dos V.

Muchas adivinanzas literarias corren en boca de nuestros niños i es verdaderamente sorprendente observar cómo repiten de punta a cabo algunas bastante largas, como las que llevan los números 43, 44, de esta coleccion.

Entre ellas hai muchas esclusivamente chilenas, como la siguiente:

Campo verde donde brillan
muchas gordas mui peladas
de las cuales una lleva
las enaguas coloradas», (El billar)

de que es autor el ya difunto don Rosendo Carrasco i Jelves, director de «Flores Chilenas». Esta adivinanza i varias otras que son populares en boca de nuestros niños, se encuentran en el folletito ya mui escaso que en 1902 publicó el señor Carrasco con el título de «Pasatiempo de Vacaciones».

IV

Mucho he vacilado en clasificar el material recojido, i buscando al fin la sencillez, me he decidido por el del órden alfabético de las soluciones, siguiendo el ejemplo de Demófilo.

El lector encontrará en esta coleccion algunas que le llamarán mucho la atencion: me quiero referir al grupo de las «picarescas» que son mui poco palabreras, mui gráficas i llenas de maliciosa intencion; pero todo es la forma: el fondo es de la mas pura inocencia. Este rasgo es jeneral en toda la produccion literaria de nuestro pueblo: se ve en los apodos, en los cantos populares, en las adivinanzas, en los cuentos, chascarros, etc., etc., i es lo que mantiene en constante risa a los auditorios.

Otro rasgo se nota al comparar la adivinanza corriente en Chile con la popular de España: la chilena es ménos palabrera; toma de la española solo la palabra o la frase que contiene el oro de la idea. I a veces toma la idea i la espresa tan gráfica i sencillamente que se graba con facilidad en cualquier cerebro.

He aquí algunos ejemplos:

Española:

Un lazo en mi vientre ves,
voces doi mui entonadas,
mas de animales prestadas;
tengo una puente a mis piés,
cejas negras i estiradas.—La guitarra, D. 494

Chilena

Pajarito cantor,
sin tripas ni corazon.—Id.

Id.

Pájaro de alegre canto
con dos buches i un guargüero;
cinco le revoletean
en la puerta del aujero.—Id.

Española (Galicia):

Qué cosa es
que anda con las tripas a la rastra.—La aguja enhebrada.

Chilenas:

Pica con el piquito,
tira con el potito.(=trasero).—La aguja.

Pica picando,
colita arrastrando.—La aguja.

Llaman la atencion en el material recojido los siguientes grupos:

a) Las que podríamos llamar «infantiles», porque usan una jerigonza, propia de los niños, que consiste en repetir las sílabas o en agregar a cada sílaba de una palabra una sílaba uniforme, como se ve en la siguiente adivinanza:

Pipí
cacá
ene, ene,
a, a.—La pi-ca-na. (= aguijada en España).

En este grupo podrian caber tambien las siguientes:

Soi de lana,
mui redondita;
siempre se pone
en la cabecita.—La gorra.


Qué árbol será aquél
que da dos frutos al año,
despues de unas lindas brevas
unos higos tamañazos?—La higuera.


Blanco es,
la gallina lo pone,
con aceite se frie
i con pan se come.—El huevo.


Qué será
con cuatro patas
i un espaldar.—La silla.


Soi tomada por los niños
para jugar a la troyita;
soi variada de colores
para andar en los bolsillos.—La bolita de piedra.

b) Un grupo numeroso es el de las «traba-lenguas» o de juegos de palabras:

Garra, pero no de cuero;
pata, pero no de vaca.—Garrapata.


No soi Dios;
i lo soi.—Hilo.


Cal se llama por nombre
i Ceta por condicion.—Calceta.


Era i no era
i siempre era.—Era.


El enamorado
Si eres advertido,
ahí va mi nombre i el delvestido.—Elena-Morado.


Qué hai entre cerro i valle?—La letra i.


Oro no es,
plata-no es;
abre las cortinitas
i verás lo que es.—Plátano.


Es tapa i no de cacho,
Es culo i no de macho.—El tapa-culo (ave).

c) Hai tambien un grupo que podríamos llamar de «nunca acabar», porque uno puede dar interminables soluciones:

Adivina, buen adivinador,
que pájaro [8] tiene don?-Moscardon, etc.


Adivina, buen adivinador,
que pájaro tiene sal?—El Zorzal, etc.


Adivina, buen adivinador,
cuál es el pájaro que tiene quito?—El mosquito, etc.


d) Un puñado de adivinanzas curiosas es el de las «paradojales», como éstas:

Un cántaro lleno
de qué pesa ménos.—De agujeros.


Qué cosa es
que mientras mas grande
ménos se ve?—La sombra.

Qué cosa es
que entre [9] mas la tocan
mas grande es?—El agujero.


e) El grupo mas curioso es el las «picarescas» por su forma tan llena de malicia i de intencion i por su fondo tan inocente. He aquí algunas:

Pelo arriba, pelo abajo
i en el medio un tajo.—El ojo.


Vamos, niñas, a la cama,
a hacer lo que Dios manda,
a juntar pelo con pelo
i el pelaito en el medio.—Niñas de los ojos i el ojo. [10]

V

Para terminar, advertiremos que en Chile usamos solo la palabra «adivinanza» i desconocemos los términos «enigma» i «acertijo» i mas aun la espresion «cosa i cosa» de que habla Machado en la introduccion de su Coleccion de «Enigmas i Adivinanzas».

En el arreglo del trabajo hemos seguido el modelo de Demófilo, dejando las soluciones separadas de las adivinanzas, para no quitar al lector el placer de romperse un poco la cabeza.

ELIODORO FLORES.
Obras citadas:
Correas.—Gonzalo Correas, Vocabulario de refranes y frases proverbiales... Madrid 1906 (publicado por la Real Academia Española).
D.—Demófilo ó Machado— Colección de Enigmas y Adivinanzas en forma de Diccionario por Demófilo. (Antonio Machado i Alvarez) Sevilla, 1880. (Halle a/S. Librería de la Universidad. Max Niemeyer.—Palermo. Libreria i casa editorial. Luigi Pedone. (Al fin de esta obra se encuentra una bibliografía bastante estensa).
F. C. Fernan Caballero.— Cuentos, Oraciones, Adivinas y Refranes populares é infantiles recogidos por Fernan Caballero. Leipzig, F. A. Brockhaus 1878. (En las pájs. 120 a 150 se dan 200 adivinas infantiles i en las pájs. 236 a 265 otras 138 adivinas i acertijos populares. Si la numeración se refiere a la segunda coleccion citamos F. C. pop., de modo que F. C. solo se refiere a las adivinas infantiles. Cuando la semejanza con la adivinanza citada es solo incompleta citamos Cp. D. o Cp. F. C. es decir «compárese Demófilo o Fernan Caballero.
Francisco Rodriguez Marin.—Cantos populares españoles, tomo I. Sevilla 1882. En las pájs. 185 a 407 se publica una coleccion de 694 adivinanzas con varientes i notas.

Nota.—Me he permitido llamar la atencion a las adivinanzas que van repetidas porque se les puede dar varias soluciones. Tambien he agregado algunas Notas a las adivinanzas para esplicar palabras chilenas que no se encuentran en el Diccionario de la Real Academia Española. Por mas detalles véase mi Diccionario Etimolójico de las voces chilenas derivadas de lenguas indíjenas americanas. Santiago 1905 a 1910. En comision K. W. Hiersemann. Leipzig. Igualmente he añadido notas a las soluciones, cuando éstas no se podian entender sin conocer el significado exacto chileno de la solucion o de la adivinanza misma.

R. Lenz.

  1. Nota: Este trabajo fué presentado a la Sociedad de Folklore Chileno en la sesion de 5 de Diciembre de 1909.
  2. Nos hace falta en Chile un esfuerzo mayor, una actividad particular mas intensa, especialmente en el Norte i Sur, porque ¿cuántas novedades del folklore de los mineros o de los araucanos i chilotes nos esperan?
  3. Es lástima que nuestra literatura popular sea tan olímpicamente despreciada en nuestro pais.
  4. Las recojidas por mí i que coinciden exactamente con las coleccionadas por Machado, llevan en el presente trabajo la letra D.(= Demófilo) i el número correspondiente a la coleccion comparada.
  5. Ma misma adivinanza es comun en otros paises, p. ej. en Alemania. [R. L.]
  6. Tambien otra variante: «bella Nena».
  7. Cuando la recojí, no pudieron decirme qué significaba esta palabra. Es evidentemente error de escritura por «pechoño», denominacion que se da popularmente a los «clericales», el partido conservador.
  8. Aquí en Chile se llama tambien «pájaro» a un insecto.
  9. Lenguaje popular = miéntras.
  10. Mas o menos un cinco por ciento de las adivinanzas recojidas encierran alusiones picarescas, de las que los niños a veces no se dan cuenta.